El síndrome del quemado y la frustración laboral


born out o síndrome del quemado


Un entorno negativo, de inactividad, donde falta la recompensa, no económica, que se presupone, sino emocional, en el mundo laboral puede llevar al afectado al conocido síndrome de burn-out o síndrome del quemado.

Algo que se da con mucha frecuencia entre los trabajadores de las administraciones públicas y que, en mi opinión, es el detonante de que éstos tengan la mala fama de vagos e ineficaces.

Por un motivo u otro he trabajado desde 1989 cerca de administraciones a distintos niveles, ya fueran ayuntamientos, cabildos o consejerías de mi comunidad autónoma. El mito del "funcionario", a mi juicio, no existe (salvo excepciones, eso sí lo admito), es falso, inexistente y, además, conviene a La Casta que siga existiendo. Lo que me he encontrado siempre han sido víctimas del síndrome del quemado.

Personas que entraron en un entorno laboral público ya de por si viciado, donde no se premia la eficacia ni la efectividad (cosas parecidas, pero no sinóminas) y ni mucho menos la buena gestión del fondo público. 

Es común que los jóvenes, al llegar a un ayuntamiento cualquiera u otra empresa pública, acaben, 7 u 8 años después, siendo uno más de los burn-outed, que entra en ese ciclo de desidia e ineficacia, no a causa de su personalidad sino a causa del ambiente en el que se mueven. Y él mismo, más tarde, llevará a los "nuevos" a esa situación.

La empresa privada no es ajena a este problema, sobre todo aquellas que por su tamaño, su estructura jerárquica y funcional se asimila a las grandes administraciones públicas. Aunque en todos los documentos que he leído se reconoce al síndrome como de reciente aparición, en realidad, no es nuevo. Lo realmente novedoso es que se haya reconocido como tal, que se haya identificado y se hayan establecido protocolos para combatirlo.

¿Qué hacer en este caso? No voy a repetir lo que otros han escrito, sólo me he permitido seleccionar algunos enlaces de los muchos que puedes encontrar en la red. He intentado seleccionar aquellos sitios (la publicidad es inevitable, te lo adelanto) que no sólo explican sino que además ayudan a identificar el síndrome, dando consejos y orientaciones para combatirlo.

No son los únicos y la selección es personal:

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