Fue a finales de octubre cuando empecé a levantar la nariz y olisquear el aire en busca de una nueva alternativa profesional ante la inminente situación que se acercaba. La empresa cerraba la pequeña cede en la que, precisamente, yo me ubicada.
En este tiempo me he encontrado con una situación curiosa, al tiempo que esperanzadora, y es que hay trabajo. Hay necesidades y hay demanda para resolver y paliar esas necesidades. Lo que parece que no hay es intención de contratar.
Ya seas fontanero, camionero, programador, artista, cocinero, médico... es muy probable que encuentres rápidamente ofertas del tipo "necesitaría qué, cuánto me cobra... y no, contratar, no, porque con la crisis el futuro no está muy claro".
Si eres emprendedor y pro-activo quizás sea interesante valorar la posibilidad de trabajar como profesional autónomo, máxime cuando es muy probable que se aprueben ayudas para los que estando en esta situación pasan a una situación de desempleo.
Si no eres un emprendedor nato -porque tus cualidades son otras-, al menos, lo que sí debes ser, es pro-activo.
Obligatoriamente, me atrevería a decir.
Una actitud pro-activa en la búsqueda de trabajo te llevará a presentar tu candidatura a las empresas en las que, bajo tu criterio, podría caber tu perfil profesional y sin esperar a una oferta previa. No sólo tienes que esperar al anuncio o a la publicación de esa oferta.
Es la estrategia del vendedor puerta a puerta salvo que en esta ocasión tú mismo eres el producto.
¡Suerte y al tajo!
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