El valor de la autocrítica


autocrítica


Ser capaz de reconocer los errores, los puntos débiles en nuestro ejercicio profesional, más allá de hacernos débiles o de crear una mala imagen, nos fortalece, como trabajadores, pero mucho más como seres humanos.

Aquellos que ven en esta actitud una debilidad o una señal "negativa" en el perfil de un trabajador sólo están reflejando su incapacidad para ejercer esa autocrítica.

La autocrítica personal positiva, además, cuando no tiene miedo de ser realizada en voz alta y cuando es capaz de realizar un ejercicio de rectificación demuestra una capacidad de adaptación que no pueden tener las personas de carácter "inamovible". Reconocer los errores, las debilidades, nos permite aprender y crecer. No hacerlo nos mantiene estancados.

¡Ojo!

No estoy hablando de ir con un látigo en la mano infligiéndole un doloroso castigo a tu persona. ¡En absoluto! No se trata de eso.

Eso es llegar al extremo del victimismo, lo que es un vicio tan detestable como el orgullo, que es lo que en última instancia está detrás de esa falta de autocrítica.

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