Autoempleo sostenible: negocios en un ambiente rural



La naturaleza siempre ha sido un gran recurso para la subsistencia del hombre, desde la primigenia agricultura de abastecimiento, hasta la explotación agrícola como forma de rentabilidad comercial. Pero en la actualidad, la sostenibilidad de estos paisajes nos ofrece nuevos modelos de trabajo, donde podemos convertiremos en nuestros propios jefes.

¡Podemos generar autoempleo en entornos rurales que, además, sean sostenibles y contribuyan a regenerar la España vaciada!

Bien es sabido que “el mundanal ruido” despierta en muchos urbanitas la necesidad de retirarse al campo, para desconectar de tanta agitación social, meditar o encontrarse con sus orígenes. Cualquier variedad de negocio que ofrezca el acercamiento y disfrute de la naturaleza, siempre a través de una explotación respetuosa con el entorno, tendrá éxito asegurado.

El ejemplo más claro de este tipo de negocios es el del turismo rural, una actividad turística que se realiza en un espacio rustico, habitualmente en localidades entre los 1.000 o 2.000 habitantes. Las instalaciones suelen ser antiguas masías y caseríos rehabilitados, reformados y adaptados, para convertirse en negocio familiar, ofreciendo un servicio de calidad, en ocasiones por los mismos propietarios que se convierten en empleados.

Pero dentro de estos espacios rurales existen diferentes tipos de alojamiento:

  • Casa rural: Se trata de un edificio donde existen distintas habitaciones con elementos comunes como son los baños, el salón y la cocina. Con cierta frecuencia se suele compartir con los propietarios, aunque disponen de una zona privada. En el caso de que vivan los propietarios, se suele alquilar por habitaciones (tipo hotel, con servicios alimenticios) o completa (casa de alquiler completo) para grupos.
  • Alojamiento rural: Parecido a un apartamento turístico, pero habitualmente con cocina propia y baño en cada dormitorio.
  • Hotel Rural: Suelen ser alojamientos de mayor tamaño, con un número reducido de habitaciones que cuentan con restaurante, y servicio diario de limpieza de las habitaciones. El funcionamiento es similar al de un hotel convencional, pero con las limitaciones de su tamaño.
  • Centro de turismo rural: Habitualmente corresponde a un pequeño complejo donde se cuenta con alojamiento (posiblemente con distintas fórmulas), restaurante, e instalaciones, material y monitores para la práctica de actividades en la naturaleza.
  • Albergues: Pueden ser de diferentes tipos: rurales, juveniles, de peregrinos, etc. Se trata de un tipo de alojamiento más económico destinado a un perfil de población más joven donde generalmente se cuenta con una menor intimidad ya que las habitaciones suelen compartidas para tres o más personas.

Por su puesto, como las actividades que la naturaleza nos ofrece son diversas, también existen variedades de turismo rural:

  • Agroturismo: Turismo realizado en zonas agropecuarias, mediante el cual se contacta directamente con las actividades agrarias tradicionales, con el aprovechamiento de un ambiente rural y las manifestaciones culturales y sociales productivas. Estas actividades reportan entretenimiento al viajero y beneficios para la vida económica de la localidad rural en la que se realiza.
  • Turismo infantil-juvenil: Turismo relacionado con actividades infantiles o juveniles desarrolladas en la naturaleza o al aire libre, como pueden ser granjas - escuela, actividades de recreación, de conciencia ecológica y preocupación por el cuidado del ambiente como excursiones a caballo y a pie.
  • Turismo ecológico: Relacionado con el estudio de ecosistemas y medioambiente. Turismo cultural: Visita de agromuseos, patrimonio cultural y deportes de aventura.
  • Turismo gastronómico: Donde destaca especialmente el enoturismo, pero también otras rutas por queserías, mataderos etc.

Dentro del turismo rural orientado a un público infantil y juvenil existe una tendencia creciente a la restauración de pueblos abandonaos por las migraciones a la ciudad, y convertirlos en centros escuela, donde cada casa del pueblo queda destinada a una actividad, incluyendo comedores y colegios.

Es una buena propuesta para organizar excursiones escolares, cursos de idiomas o campamentos, ya que la disponibilidad de espacios, y la cercanía a parajes naturales y culturales hacen de estos pueblos un entorno perfecto para el aprendizaje. Un ejemplo es el pueblo soriano de Abioncillo, o el oscense Búbal.

El enoturismo, por otra parte, se ha convertido en un yacimiento de empleo en España, según se desprende de un estudio realizado por la web turismodevino.com. El portal, afirma que este sector podría generar 50.000 puestos de trabajos directos en los próximos años. El número de visitantes extranjeros a las bodegas españolas asciende a 250.000 al año siendo esta cifra sólo el 17% del total de las visitas que reciben las bodegas de nuestro país.

Por lo tanto es un buen mercado en el que impulsar el turismo extranjero, cuya clave podría está en diseñar paquetes de turismo de interior para extranjeros en los que se incluyan ofertas gastronómicas y culturales de la mano de las posibilidades que da el mundo del vino.

Pero el turismo y los alojamientos rurales no son la única forma de ejercer un autoempleo sostenible. Existen otras alternativas que se basan en la creación de espacios respetuosos con el medio ambiente. 

Tener un huerto ecológico puede reportar beneficios mediante la venta de los productos cultivados, o también por el alquiler del espacio a terceras personas que deseen trabajarlo. La práctica del cultivo ecológico ayuda a mantener e incluso aumentar la fertilidad de la tierra, además de obtener plantas sanas y vigorosas, conseguimos espacios llenos de biodiversidad, armoniosos, agradables, que nos abastecen diariamente de alimentos frescos y saludables de excelente calidad nutricional y buen sabor.

También permitirá los asociados disfruten en su tiempo libre de la naturaleza y de los alimentos sanos y saludables que ellos mismos cosechan.

Tal es el éxito, que en ciudades como Madrid ya empiezan a proliferar los huertos urbanos, promovidos por asociaciones vecinales y en las afueras de las ciudades, como alternativa al ocio de fin de semana para familias a un coste económico, y que les permite estar en contacto con la naturaleza.

Idea original: AutoEmpleo.net (2010)

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