Gaslighting Laboral: cómo destruye equipos (y cómo defenderte)


¿Alguna vez te has sentido como si tu memoria te fallara en el trabajo? ¿Has dudado de tu propia percepción después de una conversación con un superior o un compañero? Si la respuesta es sí, es posible que hayas sido víctima de gaslighting laboral.

Este término, que viene de la película Gaslight (1944) donde un hombre manipula a su esposa para que dude de su propia cordura, describe una forma insidiosa de abuso psicológico que puede minar tu confianza y destruir el ambiente de un equipo.



En el entorno profesional, el gaslighting se manifiesta de varias maneras. Puede ser que minimicen tus preocupaciones, diciéndote que "exageras" o que "no es para tanto". También pueden negar hechos objetivos, afirmando un rotundo "nunca dijimos eso" cuando tú recuerdas claramente lo contrario. Pero quizás la faceta más dañina es cuando te hacen creer que el problema eres tú, sugiriendo que eres "demasiado sensible" o que simplemente "malinterpretaste" algo.


Ejemplos comunes de gaslighting en el trabajo

El gaslighting puede ser sutil y, a menudo, difícil de identificar al principio. Aquí te presento algunos ejemplos comunes que te ayudarán a reconocerlo:

  • "Tú lo malinterpretaste": Imagina que acordaste con tu jefe ocho cursos para un proyecto, e incluso te envió un email en diciembre con la lista. Días después, te dice: "Nunca acordamos 8 cursos; siempre fueron 4". Te hace dudar de tu propia memoria, a pesar de tener pruebas.

  • "Yo ya te lo envié": Una metodóloga insiste en que el calendario estaba en un correo del 15 de mayo, pero tú buscas y no lo encuentras. La realidad es que nunca llegó, o fuiste incluido en copia oculta, impidiéndote el acceso a información crucial.

  • "Así funciona esto, no es para tanto": Tu coordinador te dice que "todos los docentes aceptan cambios de última hora" cuando tú te quejas de la desorganización crónica. Te presiona para aceptar la situación, negando la validez de tu preocupación y disfrazando la ineficiencia como "normalidad".


Por qué el gaslighting destruye equipos

El gaslighting no es solo un problema individual; tiene un impacto devastador en la dinámica de un equipo y en el ambiente laboral en general:

  • Mata la confianza: Cuando los superiores niegan hechos o distorsionan la realidad, los compañeros dejan de creer en su palabra, creando un clima de sospecha.

  • Genera ansiedad: La constante contradicción y negación te lleva a dudar de tu propia memoria, tus habilidades y tu competencia, provocando un estrés y una ansiedad constantes.

  • Fomenta la sumisión: El miedo a ser etiquetado como "problemático" o "demasiado sensible" lleva a muchas personas a callar y aceptar situaciones injustas, anulando su voz.

  • Ahoga la innovación: Si cada propuesta o idea es ridiculizada o tergiversada, nadie se atreverá a proponer nada nuevo, sofocando la creatividad y el progreso del equipo.


Cómo defenderte (sin romper vínculos)

Aunque el gaslighting puede ser muy desgastante, existen estrategias para protegerte sin necesidad de confrontaciones directas que puedan perjudicar tu situación laboral:

  1. Documenta todo: La prueba es tu mejor aliada. Guarda correos electrónicos, mensajes y planes originales. Si alguien te dice "nunca fue así", responde con hechos: "Según el correo del 10/12/24, acordamos X. ¿Qué cambió?".

  2. Usa preguntas incómodas (pero profesionales): Obliga a la otra persona a justificar sus afirmaciones. Preguntas como "¿Me puedes reenviar ese correo que dices que me mandaste?" o "¿En qué documento se acordó esta modificación?" los ponen en un aprieto si están mintiendo.

  3. No internalices la culpa: Cuando te digan "Eres muy rígido", responde con calma: "Cumplo con lo pactado. Si necesitan flexibilidad, hablemos de plazos". Si te sueltan un "Los demás no se quejan", contesta: "Quizá deberíamos preguntarles". No dejes que sus palabras se conviertan en tu verdad.

  4. Busca aliados: Habla en privado con otros colegas. Si varios han vivido experiencias similares, el patrón de gaslighting es claro y podrás encontrar apoyo en tu equipo. La unión hace la fuerza.


Cuando el gaslighting es constante...

En ocasiones, el gaslighting no es un incidente aislado, sino una práctica arraigada en la cultura de la empresa. Si te encuentras en una situación así, donde la manipulación es constante y sistemática, es crucial que valores tu bienestar.

Ningún salario compensa el daño a tu autoestima y a tu salud mental.

Como bien decimos en este blog, "No soy un parado"... pero tampoco un saco de boxeo emocional. Tu dignidad no es negociable.


Para concluir: no es mala comunicación, es violencia

El gaslighting no es simplemente una "mala comunicación" o un "malentendido"; es una forma encubierta de violencia psicológica. En sectores como la formación para desempleados, donde los docentes pueden sentirse prescindibles para los centros pero son esenciales para los alumnos, esta táctica se utiliza a menudo para mantener el control y el poder.

Tú mereces un trabajo donde tu memoria, tu tiempo y tu dignidad sean respetados y no estén en constante negociación.


¿Has vivido gaslighting en tu trabajo? Cuéntalo en los comentarios. Romper el silencio es el primer paso para cambiar las cosas y construir entornos laborales más sanos.

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